Al terminar este libro sentí un vacío emocional. No estaba segura de que acababa de hacer con esas horas de mi vida. Y es que el libro se volvió tan adictivo que no me di cuenta todo lo que sucedió en el tiempo que me tomó leerlo. Estaba tan entrada a la historia que ver que había acabado se sintió como un balde de agua helada.
La novela gira completamente entorno a la relación obsesiva de Olivia y Caleb. No pueden estar juntos por que se hirieron demasiado, pero tampoco pueden mantenerse (al menos Olivia) alejados el uno del otro. Es un vinculo que los daña a los dos pero que la protagonista se muere por recuperar. Más que una oportunista, Olivia me pareció una mujer locamente obsesionada.
Este libro me gustó de verdad. Aunque prefiero los libros que hablan de adolescentes los personajes me parecieron muy interesantes, quizá más que los de mi edad. Supongo que eso fue lo que más me gustó del libro, los personajes. Hace tiempo que no leía algo con personajes que me gustaran tanto como los de este libro.Todo el asunto de problemas con el padre parece algo que un psicólogo diría (los cuales no me gustan) pero la autora lo hizo ver muy realista, tanto que me hizo cuestionarme mi propia cordura.